El ambiente en Washington se está calentando y no precisamente por el clima. El presidente Donald Trump parece tener un plan que podría desbaratar el Chips Act y las normativas de inteligencia artificial que se implementaron durante la administración de Biden. Según varias fuentes, se avecinan alrededor de 500 despidos en el National Institute of Standards and Technology (NIST), la entidad clave encargada de regular y fomentar la producción de semiconductores y la IA.
Los primeros en lanzar la noticia fueron Axios, seguidos de Bloomberg y SemiWiki, quienes informaron que los empleados ya han sido notificados sobre su inminente despido. Esto significa que el equipo encargado de administrar los fondos para la construcción de nuevas fábricas de chips podría reducirse en un 57%, mientras que el grupo dedicado a inversiones en investigación podría sufrir una disminución del 67%. ¿Lo ves venir? Menos personal significa que las subvenciones podrían ralentizarse considerablemente.
La estrategia de Trump: ¿desmantelando el progreso?
Aunque no puede simplemente anular el Chips Act, Trump está dispuesto a hacer lo que sea necesario para obstaculizarlo. La lógica es clara: si hay menos gente encargada de procesar las solicitudes de subsidios, los tiempos de espera se alargarán y, en consecuencia, el progreso se detendrá. Trump ha criticado abiertamente tanto el Chips Act como las regulaciones sobre inteligencia artificial, sugiriendo que las grandes empresas tecnológicas como Microsoft, OpenAI, Meta, Amazon y Google deberían tener libertad total para experimentar sin restricciones, sin importar las consecuencias.
En 2022, el anterior presidente, Joe Biden, lanzó el Chips Act, prometiendo 39 mil millones de dólares en subvenciones para nuevas plantas de semiconductores y otros 11 mil millones para la investigación en chips. La idea era recuperar el liderazgo estadounidense en la producción de semiconductores, un sector vital en la economía actual. Pero Trump ve esas ayudas como un despilfarro, prefiriendo que las empresas se vean obligadas a fabricar en EE.UU. a través de aranceles.
Millones de dólares en juego
No se puede negar que el Chips Act ha beneficiado a varias empresas. Hasta ahora, Intel ha sido el mayor beneficiario, recibiendo promesas de 7.9 mil millones de dólares. De esta suma, ya ha cobrado 1.1 mil millones y se espera que reciba otros 1.1 mil millones en el primer trimestre de 2025. Por otro lado, TSMC tenía la intención de recibir hasta 6.6 mil millones de dólares para sus fábricas en Arizona, y Samsung cerca de 4.8 mil millones para sus instalaciones en Texas. Texas Instruments también se beneficia con una promesa de 1.6 mil millones.
Así que, ¿qué pasará con todo este dinero y las promesas de inversión si se llevan a cabo estos despidos? El futuro de la industria de semiconductores y la regulación de la inteligencia artificial en Estados Unidos podría estar en un punto de inflexión. A ver qué pasa.