Chegg, una plataforma de aprendizaje en línea radicada en California, ha decidido plantar cara a Google. ¿El motivo? La compañía está muy molesta con los resúmenes de inteligencia artificial que Google muestra en sus resultados de búsqueda. Estos resúmenes, que se despliegan en la parte superior de las páginas de resultados, están elaborados por una IA llamada Gemini, y Chegg sostiene que son más problemáticos de lo que parecen.
La queja de Chegg es clara: a los usuarios se les están proporcionando informaciones poco fiables cuando buscan ayuda, lo que podría llevar a confusiones. Pero eso no es todo; la plataforma también alega que la llegada de estos resúmenes ha tenido un impacto negativo en su tráfico y en sus ingresos. En resumen, Google se beneficia a costa de las visitas que antes iban a los creadores de contenido. ¿No es un poco injusto?
El dilema de los resúmenes generados por IA
La cuestión se complica aún más cuando consideramos cómo Google compila estos resúmenes. Para crear sus AI Overviews, Google utiliza información de diversas páginas web, junto con lo que ha aprendido de su IA. Antes, la dinámica era diferente: si buscabas algo, Google te redirigía a sitios relevantes y, en ese proceso, los propietarios de esas páginas podían ganar dinero a través de anuncios. Pero ahora, con la IA en juego, muchos de esos clics se han evaporado.
Los creadores de contenido están luchando por hacerse un espacio en un ecosistema donde Google, como gigante de la publicidad, controla gran parte del tráfico online. Y, claro, la polémica sobre si Google debería compensar a quienes producen contenido original sigue en el aire. ¿Es ético que utilice el trabajo ajeno sin pagar por ello?
La demanda de Chegg no es un hecho aislado. También hay una acción colectiva presentada por una publicación de Arkansas, que se suma al coro de voces que critican a Google por su monopolio en el ámbito de la búsqueda online. El juez que lleva este caso ya ha decidido previamente que Google tiene un monopolio ilegal en el sector.
Los usuarios también tienen voz
Mientras la batalla legal se intensifica, hay algo que parece pasar desapercibido: la opinión de los usuarios. Muchos estadounidenses han expresado su descontento con estos resúmenes de IA. Desde afirmaciones absurdas, como que el combustible se usa para cocinar pasta, hasta inventos completamente falsos, la calidad de la información ofrecida no siempre es la mejor. De hecho, algunos usuarios han optado por buscar una manera de evitar esos resúmenes y acceder solo a los resultados tradicionales de búsqueda.
En un intento por ayudar a los usuarios a escapar de las respuestas automáticas de Google, algunos han sugerido añadir un parámetro específico a la URL de búsqueda. Pero, ¿debería ser esa la solución? ¿No debería Google ofrecer una opción más clara para acceder a contenido verificado?