En un giro inesperado de los acontecimientos, Meta, la compañía detrás de Facebook, ha reconocido haber utilizado BitTorrent para descargar enormes volúmenes de datos destinados al entrenamiento de sus modelos de inteligencia artificial, como Llama. Pero aquí viene la sorpresa: aseguran que no hicieron nada ilegal. ¿De verdad?
El asunto se ha complicado en un juicio donde la empresa se enfrenta a acusaciones de haber utilizado libros con derechos de autor. Meta ha admitido que sí, que usaron BitTorrent para acceder a ciertos contenidos, pero se defienden diciendo que no se dedicaron a compartir esos datos. En un comunicado presentado ante el tribunal, afirman que tomaron medidas para evitar el «seeding», es decir, que no compartieron los archivos descargados. Sin embargo, un directivo de Meta dejó entrever que, en la práctica, esto fue más complicado de lo que pensaban.
La defensa de Meta se pone a prueba
En el corazón de este escándalo están las demandas de autores como Sarah Silverman y Richard Kadrey, quienes alegan que Meta utilizó datos de LibGen, una biblioteca digital que ofrece acceso gratuito a libros protegidos por copyright. En Alemania, este acceso es bloqueado, pero eso no detuvo a Meta, que justificó su estrategia diciendo que otras alternativas para descargar esos datos eran demasiado lentas.
El argumento de Meta gira en torno a que el uso de BitTorrent no es en sí mismo ilegal, incluso si se trata de contenido de una biblioteca como LibGen. Aseguran que simplemente accedieron a datos de una «fuente en línea conocida», y que eran archivos que estaban disponibles públicamente. Sin embargo, el hecho de que un empleado de la compañía haya señalado que el uso de plataformas de intercambio de archivos en una computadora de trabajo «no se siente bien» sugiere que, en el fondo, había una conciencia sobre la delicadeza de la situación.
Así que la gran pregunta es: ¿logrará Meta salir airosa de este embrollo? El tiempo lo dirá, pero lo que está claro es que la controversia sobre la ética y la legalidad del uso de datos para entrenar inteligencia artificial está lejos de ser un tema cerrado.