Sam Altman de OpenAI propone un modelo de compensación para artistas en la era de la IA

14 abril, 2025

El CEO de OpenAI, Sam Altman, plantea una nueva forma de compensar a los artistas cuyos estilos son utilizados por sistemas de inteligencia artificial, abriendo un debate sobre los derechos creativos.

Durante una reciente entrevista en TED, Sam Altman, CEO de OpenAI, abordó un tema candente: ¿cómo deberían ser compensados los artistas cuando sus estilos únicos son replicados por sistemas de inteligencia artificial? En un contexto donde la creación artística se está transformando, Altman sugirió la posibilidad de un modelo donde los artistas pudieran optar por recibir ingresos si se utiliza su estilo en las obras generadas por IA.

Actualmente, OpenAI evita la generación de imágenes que imiten el trabajo de artistas vivos. Sin embargo, Altman se mostró optimista al considerar un futuro donde los creadores tengan la opción de participar en este proceso. “Sería genial encontrar un nuevo modelo donde, si un artista dice ‘quiero que se haga en mi nombre’ y decide participar, se genere un modelo de ingresos para ello”, comentó.

La conversación se tornó tensa cuando Chris Anderson, el moderador de TED, insinuó que la generación de arte por parte de GPT-4o podría interpretarse como un robo de propiedad intelectual, lo que provocó aplausos en la audiencia. Altman, con un tono despectivo, respondió: “Pueden aplaudir lo que quieran. Disfruten”.

Compensación a artistas aún sin un camino claro

A pesar de la discusión sobre modelos teóricos, Altman no presentó planes concretos para compensar a los artistas. En su lugar, enfatizó que el proceso creativo siempre ha estado basado en obras existentes y que cuantificar la influencia artística es un reto, incluso entre los propios artistas humanos. “¿Cómo se divide el dinero entre diferentes contribuciones en una sola imagen generada? Son preguntas complejas”, reflexionó.

Amplía el contexto:  OpenAI incorpora generación de imágenes en ChatGPT con mejoras significativas

El CEO defendió la IA generativa como una herramienta democratizadora en el ámbito creativo, permitiendo que más personas se involucren en el arte, sin importar su experiencia previa o acceso a métodos tradicionales de producción. Sin embargo, también reconoció la inquietud que esta rápida evolución tecnológica ha suscitado entre los creativos. “Algunos están muy molestos, mientras que otros ven esto como una herramienta increíble para crear nuevas obras”, añadió Altman.

El dilema de los estilos reconocibles

La controversia sobre el copyright se intensificó tras el lanzamiento de la generación de imágenes de GPT-4o, que llevó a la creación masiva de imágenes en el estilo de Studio Ghibli, una estética visual muy característica del director Hayao Miyazaki. Aunque OpenAI prohíbe la imitación de estilos de artistas vivos, permite referencias a estilos de estudios o estéticas generales, lo que plantea interrogantes legales sobre la distinción entre inspiración y copia.

Este escenario invita a reflexionar sobre si la imitación automatizada de estilos representa una nueva forma de explotación comercial que no está cubierta por la legislación actual de derechos de autor. A medida que la tecnología avanza, la línea entre inspiración y infracción se vuelve cada vez más difusa.

En este contexto, Altman, aunque aboga por nuevos modelos de regulación que contemplen los derechos y los intereses económicos de los creativos, no ha presentado propuestas específicas ni se ha comprometido a establecer mecanismos para compensar a los artistas por el uso de sus estilos.

Deja el primer comentario