Sony Music contra la invasión de copias falsas: 75.000 canciones eliminadas

10 marzo, 2025

La reciente acción de Sony Music contra miles de canciones falsas generadas por inteligencia artificial revela la creciente preocupación en la industria musical.

El gigante musical Sony Music ha dado un golpe sobre la mesa en la lucha contra la inteligencia artificial en la industria musical. Más de 75,000 canciones generadas por IA han sido eliminadas de diversas plataformas de streaming. ¿El motivo? Eran copias no autorizadas de artistas como Harry Styles, Queen y Beyoncé.

El uso de inteligencia artificial para clonar voces y estilos musicales ha crecido exponencialmente, generando un mercado paralelo de canciones falsas que pueden confundir a los oyentes y, lo que es peor, afectar los ingresos de los verdaderos creadores. Sony ha dejado claro que no permitirá que su catálogo se convierta en materia prima para entrenar modelos de IA sin permiso.

El problema no es solo la existencia de estas copias, sino la dificultad para rastrearlas y eliminarlas. Los equipos de Sony han tenido que hacer una búsqueda manual para localizar estos temas, lo que sugiere que las 75,000 canciones eliminadas podrían ser apenas la punta del iceberg.

Pero esta movida de Sony Music no ocurre en un vacío. Se produce en un momento de tensión creciente entre la industria musical y las empresas tecnológicas, justo cuando el Reino Unido estudia una polémica reforma de derechos de autor que podría facilitar el uso de contenido protegido para entrenar inteligencias artificiales sin compensación para los artistas.

Sony no está dispuesta a quedarse de brazos cruzados. ¿Es este solo el primer paso en una batalla más grande contra la IA en la música?

Las discográficas en pie de guerra: demandas y controversias legales

La ofensiva de Sony Music contra la inteligencia artificial no se limita a la eliminación de canciones falsas. Junto a otras grandes discográficas como Universal y Warner Music, la compañía ha llevado la batalla a los tribunales. Su principal objetivo: las startups Suno y Udio, a quienes acusan de entrenar modelos de IA con grabaciones protegidas por derechos de autor sin obtener permiso.

La demanda, presentada en mediados de 2024, sostiene que estas empresas han construido sistemas capaces de imitar estilos musicales y voces reconocibles sin pagar regalías a los artistas originales. Para Sony y compañía, esto no es una simple innovación tecnológica, sino una violación directa de los derechos de autor que amenaza con desestabilizar toda la industria musical.

Por supuesto, Suno y Udio no se han quedado de brazos cruzados. Ambas empresas argumentan que su uso de contenido protegido entra dentro del «uso justo» porque transforman las grabaciones en algo nuevo. La pelea no será sencilla, y el resultado de estos litigios podría marcar un antes y un después en la regulación del contenido generado por IA.

Mientras las discográficas se lanzan a la ofensiva, otros actores del sector, como la organización alemana de derechos musicales GEMA, también han emprendido acciones legales contra Suno. Esto demuestra que la preocupación por la IA en la música no es exclusiva de las grandes disqueras, sino que afecta a todo el ecosistema musical, desde artistas independientes hasta entidades de gestión de derechos.

¿Aliado o enemigo? La ambigua relación de Sony con la IA musical

Aunque Sony Music se muestra inflexible contra las copias ilegales, su postura frente a la inteligencia artificial no es completamente hostil. De hecho, la compañía está explorando formas de integrar la IA en la creación musical sin comprometer los derechos de los artistas.

Una prueba de ello es Instruct-MusicGen, un editor de música basado en IA que permite modificar canciones a través de comandos de texto. La diferencia clave entre esta herramienta y los modelos de IA en la mira de Sony es que respeta las licencias y los derechos de autor. Es decir, en lugar de entrenar la IA con contenido pirateado, Sony busca un enfoque donde los creadores mantengan el control de sus obras.

Pero la música no es el único campo donde la compañía está invirtiendo en inteligencia artificial. Sony Pictures está explorando formas de reducir costos de producción cinematográfica con IA generativa, mientras que su división de videojuegos ha desarrollado GT Sophy, una inteligencia artificial capaz de competir con jugadores profesionales en el simulador de carreras Gran Turismo.

Todo esto demuestra que Sony no está en contra de la IA como tecnología, sino de su uso irresponsable en la industria musical. Su objetivo no es eliminar la IA de la ecuación, sino domarla y utilizarla a su favor.

La gran incógnita es si otras discográficas seguirán un camino similar o si la música generada por inteligencia artificial quedará completamente relegada a la ilegalidad.

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