Brasil ha decidido poner un alto a Meta, y no es para menos. La Autoridad Nacional de Protección de Datos (ANPD) ha prohibido a Meta utilizar datos personales de usuarios brasileños en Facebook e Instagram para entrenar sus modelos de inteligencia artificial. ¿La razón? Los riesgos potenciales de daño serio y la dificultad para los usuarios de evitar que sus datos sean utilizados.
Todo esto viene después de una actualización en la política de privacidad de Meta en mayo, donde se auto otorgaron permiso para utilizar datos públicos de Facebook, Messenger e Instagram de Brasil, incluyendo publicaciones, imágenes y descripciones, para entrenar sus sistemas de IA. Pero, ¿realmente los usuarios tienen la posibilidad de optar por no participar? ANPD dice que no. Según ellos, Meta ha impuesto obstáculos “excesivos e injustificados” que complican mucho esta opción.
Este movimiento sigue una tendencia similar en la Unión Europea, donde Meta también enfrentó resistencia y tuvo que pausar sus planes de utilizar datos europeos para fines de entrenamiento de IA. Y mientras Meta afirma que su política cumple con las leyes de privacidad en Brasil, ANPD no está de acuerdo, citando un “riesgo inminente de daños graves e irreparables a los derechos fundamentales” de los usuarios brasileños.
Para añadir más leña al fuego, un informe reciente de Human Rights Watch reveló que el conjunto de datos LAION-5B, utilizado para entrenar modelos de IA, incluye fotos identificables de niños brasileños, lo que los expone a riesgos como los deepfakes y otras formas de explotación. ¿No te parece alarmante?
Meta tiene cinco días hábiles para acatar la orden o enfrentarse a multas diarias de 50,000 reales (alrededor de $8,808). ¿Será este el principio del fin para las prácticas de recopilación de datos masivos? ¿O simplemente un obstáculo más en el camino de Meta?
La controversia de la política de privacidad: ¿Un retroceso para la innovación?
Meta ha defendido su política de privacidad actualizada argumentando que cumple con las leyes brasileñas y que la prohibición representa un retroceso para la innovación y la competencia en el desarrollo de inteligencia artificial. Sin embargo, esta postura no ha sido bien recibida por las autoridades brasileñas, quienes consideran que el riesgo para los derechos fundamentales de los usuarios es demasiado alto.
La actualización de la política de privacidad de Meta en mayo generó gran revuelo. La compañía se otorgó el permiso para usar datos públicos de sus plataformas en Brasil, lo que incluye desde publicaciones hasta imágenes y descripciones. Pero la ANPD encontró que, a pesar de las promesas de Meta de permitir a los usuarios optar por no participar, en la práctica, estos encuentran “obstáculos excesivos e injustificados” para hacerlo. ¿Realmente es tan fácil salir de este sistema?
En un comunicado, Meta sostuvo que esta prohibición es un paso atrás para la innovación. La compañía argumenta que las regulaciones restrictivas podrían retrasar los beneficios de la inteligencia artificial para los usuarios en Brasil. Pero, ¿a qué costo? ¿Es el progreso tecnológico más importante que la protección de nuestros datos personales?
En Estados Unidos, sin embargo, las políticas de recopilación de datos de Meta ya están en vigor, beneficiándose de una legislación de privacidad menos estricta.
El dilema entre la innovación tecnológica y la protección de datos personales sigue creciendo. ¿Podrán las grandes compañías tecnológicas encontrar un equilibrio que satisfaga tanto a los reguladores como a los usuarios? La respuesta a esta pregunta podría definir el futuro de la tecnología y la privacidad en nuestra era digital.