En los últimos tiempos, los fabricantes de teléfonos como Samsung, Apple y Google han estado integrando inteligencia artificial (IA) en casi todos los aspectos de sus dispositivos. Desde la edición de fotos hasta la redacción de mensajes, las promesas de una experiencia móvil mejorada están por todas partes. Pero aquí viene el truco: esas funciones tan alardeadas no serán gratuitas para siempre. Samsung, por ejemplo, ofrece sus características de Galaxy AI de manera gratuita solo hasta finales de 2025. ¿Qué pasará después? Los usuarios tendrán que meter la mano en el bolsillo si quieren seguir disfrutando de estas tecnologías.
La estrategia es clara. Apple, con su conjunto de características de Apple Intelligence, también planea cobrar en algún momento. Google no se queda atrás; su herramienta Gemini AI ya exige una suscripción mensual para desbloquear todo su potencial. Y aunque los propietarios de Pixel pueden usar algunas funciones de edición de fotos de forma gratuita, esto solo es una muestra limitada. ¿Quién no ha oído hablar del temido «cansancio de suscripciones»?
En un momento en que la gente ya está gastando un promedio de $91 al mes en diversos servicios de suscripción, añadir otra cuota mensual no es nada atractivo. Muchos usuarios, incluyéndome a mí, ya están considerando qué servicios pueden cortar de sus vidas para ahorrar un poco. La idea de pagar por funciones adicionales en nuestros teléfonos simplemente no cuadra. Entre las suscripciones a plataformas de streaming, almacenamiento en la nube y servicios de entrega, ¿realmente necesitamos otra factura más?
¿Realmente necesitamos estas funciones de IA?
Vamos a ser sinceros: algunas de las nuevas funciones de IA en los móviles son impresionantes, pero ¿son realmente necesarias? Tomemos como ejemplo la herramienta «Sketch to Image» de los últimos teléfonos Galaxy S de Samsung. Sí, es genial convertir un dibujo en una imagen, pero ¿con qué frecuencia usaremos eso realmente? Además, aunque la idea de que un asistente inteligente como Siri se vuelva más avanzado es tentadora, muchos de nosotros hemos estado escribiendo mensajes y correos electrónicos perfectamente bien por nuestra cuenta.
Las empresas tecnológicas dedican gran parte de sus eventos a promocionar todas las nuevas compatibilidades de IA en sus dispositivos. Apple, durante su última conferencia mundial de desarrolladores, centró gran parte de su discurso en la llegada de Apple Intelligence. Pero después de escuchar todo el bombo y platillo, me encuentro preguntándome: ¿de verdad necesito asistencia de IA para redactar un correo electrónico o hacer una lista de compras?
Por otro lado, funciones como Gemini AI de Google pueden parecer útiles para aquellos que buscan optimizar cada aspecto de su vida digital, pero para muchos de nosotros, los teléfonos actuales ya son bastante eficientes. La posibilidad de pagar más para acceder a estas características futuristas simplemente no parece justificada cuando nuestros dispositivos actuales ya cumplen con nuestras necesidades básicas: tomar fotos de calidad, enviar mensajes a nuestros amigos y navegar por nuestras redes sociales favoritas.
El impacto del cansancio de suscripciones en los usuarios
Estamos viviendo en una era donde el cansancio de suscripciones es una realidad palpable. Una encuesta reciente reveló que los adultos en EE. UU. gastan en promedio $91 mensuales en servicios de suscripción. Esto ha llevado a que muchos se replanteen sus gastos, con una cuarta parte de los encuestados cancelando tres o más servicios de streaming en los últimos dos años. La idea de añadir una nueva suscripción para funciones de IA en nuestros teléfonos suena a una broma de mal gusto.
En medio de este panorama, Samsung ha decidido no cobrar una tarifa mensual por su nuevo wearable, el Galaxy Ring, aunque su precio inicial de $400 no es precisamente accesible. Este movimiento muestra un entendimiento del mercado, pero no es suficiente para contrarrestar el aumento general de precios de otros dispositivos, como los Galaxy Z Fold 6 y Z Flip 6, que recibieron un incremento de $100 respecto a los modelos del año pasado. Ni hablar del iPhone 15 Pro Max, cuyo costo también se ha disparado con la eliminación de la opción de almacenamiento de 128GB.
El resultado es que, con tantas cosas acumuladas en el presupuesto de las familia, cobrar una tarifa mensual adicional por funciones de IA parece añadir más leña al fuego. Hasta que estas funciones de IA tengan un uso práctico y justificado en nuestros teléfonos, muchos de nosotros preferimos guardar ese dinero en nuestros bolsillos o usarlo para pagar otra suscripción que, inevitablemente, aparecerá en el horizonte.