Apple, siempre en busca de la innovación, ha presentado su última joya tecnológica: una inteligencia artificial que promete revolucionar la forma en que interactuamos con nuestros dispositivos. ¿El problema? Más del 90% de los usuarios actuales de iPhone no podrán disfrutar de estas novedades. Esta limitación se debe a que solo los modelos más recientes, el iPhone 15 Pro y 15 Pro Max, serán compatibles con esta nueva tecnología. ¿Es esto justo para los millones de usuarios que han sido fieles a la marca durante años?
Tim Cook, CEO de Apple, anunció con entusiasmo en la Worldwide Developer Conference (WWDC) que esta inteligencia artificial traería «capacidades de inteligencia profundas que esperamos inspiren a los desarrolladores, deleiten a los usuarios y hagan que nuestras plataformas sean aún más inteligentes y útiles». Sin embargo, este entusiasmo se vio empañado por los detalles posteriores que revelaron una realidad mucho más limitada. Solo los usuarios que posean uno de los modelos más potentes podrán acceder a funciones avanzadas como la creación de nuevos emojis, la generación de imágenes a partir de instrucciones simples y la mejora de la comprensión y respuesta de Siri.
No solo los propietarios de iPhones antiguos se verán afectados. También los usuarios de HomePod y Apple Watch, dispositivos que dependen en gran medida del control por voz, quedarán fuera de esta actualización. Esta exclusión masiva ha generado una ola de decepción entre los seguidores de la marca, que esperaban un acceso más amplio a estas innovaciones.
Dispositivos excluidos y la decepción de los usuarios
Como si dejar fuera a la mayoría de los usuarios de iPhone no fuera suficiente, Apple ha decidido que otros dispositivos clave tampoco recibirán la actualización de su inteligencia artificial. HomePods, Apple Watch y Apple TV no verán ninguna mejora en sus funciones de Siri, a pesar de que son los dispositivos que más dependen del control por voz.
Esto significa que las esperadas mejoras de Siri —como la capacidad de entender mejor las solicitudes, mantener una conversación coherente con el usuario y resolver preguntas complejas utilizando ChatGPT— no estarán disponibles en los dispositivos donde más se necesitan. Los usuarios que utilizan Siri en su día a día, especialmente aquellos que dependen de sus AirPods y Apple Watch durante actividades como correr o pasear al perro, seguirán enfrentándose a la frustrante realidad de una asistente digital poco confiable. Mark Gurman de Bloomberg lo dijo claramente: «el empuje de Apple hacia la inteligencia artificial tardará años en dar frutos completos».
Incluso los Vision Pro, las sofisticadas gafas de realidad mixta de Apple, quedarán fuera de esta actualización, a pesar de contar con un potente procesador M2. Esta decisión ha dejado a muchos preguntándose si Apple está realmente comprometida con ofrecer una experiencia mejorada a todos sus usuarios o si simplemente está empujando a sus clientes a actualizarse a los modelos más recientes.
La promesa de una inteligencia artificial avanzada que mejore la vida de los usuarios de Apple se ha convertido en una fuente de frustración para muchos, que han invertido miles de euros en dispositivos que esperan que los acompañen durante algunos años. La exclusión de la mayoría de los dispositivos actuales y la falta de claridad sobre cuándo o si estos dispositivos recibirán las actualizaciones en el futuro ha generado una ola de decepción. Apple tendrá que trabajar duro para recuperar la confianza de sus usuarios más leales y asegurarles que no serán olvidados en su búsqueda constante de innovación.