La idea de revivir viejos videojuegos en nuevas consolas a menudo parece un sueño lejano, ¿verdad? Sin embargo, Phil Spencer, el CEO de Xbox, nos propone un futuro donde la inteligencia artificial no solo aprende de estos juegos, sino que los genera desde cero. ¿Cómo es eso posible? Gracias a una reciente investigación de Microsoft que ha hecho ruido en el mundo de los gamers.
Un equipo de investigación de Microsoft en Cambridge ha publicado un artículo en la prestigiosa revista Nature donde presentan a Muse, un nuevo modelo de inteligencia artificial. Este modelo tiene la capacidad de generar videos y predecir entradas de control basándose en material de juego existente, utilizando como ejemplo el juego «Bleeding Edge» de Ninja Theory. Imagina el potencial. Pero antes de emocionarte demasiado, hay más en esta historia.
¿Qué es exactamente Muse?
Muse es, en esencia, una herramienta que permite a los desarrolladores experimentar con ideas de juego de una manera innovadora. Según los investigadores, puedes insertar objetos como una batería o un Jump Pad en secciones generadas por IA y ver cómo interactúa el modelo con ellos. Esto significa que los desarrolladores pueden probar conceptos sin tener que codificarlos exhaustivamente. Una forma rápida de hacer magia en el desarrollo de juegos.
Pero, claro, Muse no solo se limita al ámbito de los videojuegos. Los investigadores también sugieren que podría ser útil en la creación musical o en la producción de videos. La flexibilidad de esta IA podría abrir muchas puertas creativas, algo que los desarrolladores han estado buscando durante años.
¿Jugamos o soñamos?
A pesar de la emoción que Muse genera, hay que tener los pies en la tierra. Actualmente, los fragmentos de juego generados por esta IA no se acercan a la jugabilidad que los gamers esperan. Con un rendimiento de apenas 10 FPS y una resolución de 300 x 180 píxeles, la experiencia es más un reto que un placer. Esto ha causado revuelo en la comunidad gamer, especialmente por las afirmaciones de Spencer sobre la preservación de juegos. ¿Realmente podemos imaginar un futuro donde una IA pueda portar juegos antiguos a plataformas modernas?
Algunos críticos ven esto como un desdén hacia los clásicos, al sugerir que se pueden recrear de manera tan mecánica. Y, seamos sinceros, la realidad es que estos modelos de IA, incluyendo Muse y otros como el GameNGen de Google, aún están lejos de ofrecer una experiencia que se asemeje a un videojuego bien pulido. La tecnología tiene camino por recorrer antes de que podamos ver un verdadero juego que compita con los originales.
Así que, mientras soñamos con el día en que podamos jugar a «The Elder Scrolls 6» como un clásico, por ahora, la IA de Microsoft nos da un vistazo intrigante al futuro, aunque con muchos desafíos por delante.