Las robocalls, especialmente aquellas que utilizan tecnologías avanzadas para generar voces que imitan a conocidas figuras públicas o incluso a seres queridos, se han convertido en una herramienta cada vez más común entre los estafadores. Esta práctica no solo vulnera la privacidad de los individuos, sino que también plantea serios desafíos para los organismos reguladores en su lucha por proteger al consumidor.
Propuesta de la FCC para abordar el problema
La FCC ha propuesto considerar las llamadas realizadas con voces generadas por IA como «artificiales» bajo la Ley de Protección al Consumidor de Telefonía (TCPA). Esta clasificación legal buscaría hacer ilegal el uso de tecnologías de clonación de voz en las robocalls, una medida que facilitaría la acción regulatoria contra los infractores.
Esta medida no solo representa un paso adelante en la protección contra fraudes y estafas, sino que también subraya la necesidad de actualizar las leyes y regulaciones existentes para abordar los desafíos que presenta la evolución tecnológica. Además, otorgaría a las autoridades estatales herramientas más efectivas para combatir estas prácticas fraudulentas.
Un caso reciente que ilustra el problema es el de las llamadas automáticas que imitaban la voz del Presidente Joe Biden, instando a los votantes de New Hampshire a abstenerse de votar. Este incidente subraya la capacidad de estas tecnologías para influir en eventos significativos y la importancia de regular su uso.
La presidenta de la FCC, Jessica Rosenworcel, ha enfatizado la importancia de reconocer y actuar contra el uso indebido de las voces generadas por IA en las robocalls. Expertos en seguridad apoyan esta visión, señalando cómo la regulación puede ayudar a mitigar el riesgo de desinformación y fraude.
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