Productos 100% humanos: Descubre el auge del movimiento «Libre de IA»

13 junio, 2024

La inteligencia artificial está en todas partes, pero no todos la quieren. Empresas y creativos están adoptando la etiqueta «Libre de IA» para garantizar productos y servicios auténticos y éticos. ¿Será esta la nueva norma en el mundo digital?

Uma mão humana levantada como sinal de "pare" em frente a um ícone de robô.

La revolución tecnológica impulsada por la inteligencia artificial (IA) está en pleno apogeo, pero no todos están encantados con ella. Desde el momento en que Apple anunció sus planes para integrar IA generativa en el iPhone, quedó claro que esta tecnología sería omnipresente. Hoy en día, los modelos de lenguaje grande (LLM, por sus siglas en inglés) están listos para aparecer en la mayoría de los smartphones del mundo, generando imágenes y textos en aplicaciones de mensajería y correo electrónico.

Pero, ¿es esta omnipresencia de la IA algo que todos deseamos? Según una encuesta reciente, una mayoría de los estadounidenses está preocupada por el impacto de la IA en el empleo, y tres de cada cuatro creen que será utilizada para interferir en las próximas elecciones presidenciales. Además, los productos de IA no siempre han sido bien recibidos; el lanzamiento del «Resumen de IA» de Google fue un desastre, y los bots de OpenAI han sido criticados por entregar información falsa y no confiable.

Frente a esta creciente desconfianza, ha surgido una nueva tendencia: el «Libre de IA». Este movimiento busca etiquetar productos y servicios como completamente hechos por humanos, una especie de «100 por ciento orgánico» para el mundo digital. Empresas de diversos sectores están adoptando esta etiqueta como una forma de diferenciarse en un mercado saturado de tecnología artificial. Pero, ¿es esto solo una estrategia de marketing o hay algo más profundo detrás de esta etiqueta?

La respuesta parece ser un poco de ambos. Las preocupaciones éticas y de calidad están en el corazón de esta tendencia. Los productos generados por IA han sido criticados por su falta de autenticidad y precisión. Además, el hecho de que estas tecnologías se entrenan con el trabajo de creativos que no han dado su consentimiento y no han recibido compensación ha generado un rechazo significativo.

Empresas que Lideran la Carga «Libre de IA»

The Atlantic ha destacado en su artículo cómo diversas empresas están aprovechando la tendencia «Libre de IA» para captar la atención de consumidores preocupados por la autenticidad y la ética en la producción de contenidos. Entre estas compañías se encuentran tanto gigantes corporativos como nuevas startups innovadoras.

Un ejemplo notable es Dove, que recientemente celebró el vigésimo aniversario de su «Campaña por la Belleza Real» con una fuerte declaración contra el uso de IA. En un comunicado de prensa, la empresa prometió no usar inteligencia artificial para representar a mujeres reales en su publicidad, buscando así promover una representación auténtica y sin retoques digitales. Este movimiento ha generado una avalancha de titulares elogiosos y ha resonado profundamente con los consumidores que valoran la autenticidad en las campañas publicitarias.

Otro caso interesante es el de Discover, que lanzó un comercial con la actriz Jennifer Coolidge criticando la creciente presencia de robots en el servicio al cliente. En el anuncio, Coolidge exclama: «¡Cada día sonáis más humanos, robots!», a lo que un representante de Discover responde asegurando que en su compañía todos pueden hablar con un humano. Este mensaje, aunque claramente diseñado para captar la atención, refleja una preocupación real entre los consumidores sobre la deshumanización del servicio al cliente.

Entre las startups que han adoptado la etiqueta «Libre de IA» destaca Cara, una app social y de portafolio para artistas que ha prohibido explícitamente el uso de arte generado por IA en su plataforma. Fundada por la artista Jingna Zhang, Cara ha visto un crecimiento explosivo en su base de usuarios, que aumentó de 40.000 a casi un millón en cuestión de días tras el anuncio de Meta sobre el uso de datos públicos para entrenar sus IA. Zhang declaró que quería una plataforma que protegiera el trabajo de los artistas y ofreciera un espacio libre de la influencia de la IA, una visión que claramente ha resonado con muchos creativos.

Además, empresas como Inqwire han comenzado a destacarse por su postura anti-IA. Esta startup tecnológica ofrece un diario inteligente que ayuda a los usuarios a explorar temas significativos en su escritura sin recurrir a modelos de lenguaje grandes. En su sitio web, Inqwire proclama con orgullo: «100% Libre de LLMs», subrayando su compromiso de no utilizar IA en sus productos. Jill Nephew, una de las fundadoras, explicó que sus clientes valoran herramientas cuyo funcionamiento pueden entender y defender, en contraste con la opacidad de muchas soluciones basadas en IA.

El Futuro de los Productos y Servicios Humanizados

En el artículo de The Atlantic, se analiza cómo la proliferación de contenido generado por IA ha provocado una reacción considerable en diversas industrias. Esta tendencia no solo está siendo adoptada por grandes corporaciones y startups tecnológicas, sino que también está influyendo en sectores creativos y en la percepción del público sobre la calidad y autenticidad de los productos y servicios.

Uno de los ejemplos más claros de esta resistencia es el movimiento Not by AI, una organización que ofrece una insignia descargable para que cualquier persona pueda usar y declarar que su contenido es 100% humano. Actualmente, más de 264.000 páginas web exhiben esta insignia, lo que refleja una amplia aceptación de la iniciativa. Además, estaciones de radio y festivales de arte, como el Festival de Artes Cómicas de Perth, han prohibido explícitamente el uso de medios generados por IA en sus eventos, reafirmando el valor de la creatividad humana.

Sitio web de NotByAI

En el ámbito de los medios, sitios como 404 Media se han destacado por su enfoque «Medios para humanos, por humanos», posicionándose como baluartes de la resistencia contra la IA en un ecosistema digital dominado por gigantes tecnológicos como Google y Meta. Estos esfuerzos son vistos como una forma de protesta y una señal de descontento frente a las crecientes incursiones de la IA en la vida cotidiana.

Sin embargo, la pregunta que se plantea es: ¿qué se está sacrificando en esta transición hacia una economía digital cada vez más dominada por la IA? La calidad, la ética y la seguridad de los productos generados por IA son áreas de preocupación constante. Los servicios de IA generativa siguen siendo propensos a errores, «alucinaciones» y desinformación, además de ser herramientas potenciales para fraudes y la creación de contenido engañoso.

Las etiquetas «Libre de IA» buscan certificar que un producto o servicio es auténtico y de alta calidad, similar a como lo hicieron las etiquetas de alimentos orgánicos en su momento.

No obstante, es importante reconocer que el costo y la dificultad de verificar estas etiquetas pueden limitar su impacto, tal como ocurrió con los alimentos orgánicos. El verdadero desafío será mantener la integridad de esta nueva certificación mientras se construye una economía digital que valore y proteja el trabajo humano.

En última instancia, la tendencia «Libre de IA» representa más que una simple estrategia de marketing. Es un llamado a preservar el valor del trabajo humano en un mundo donde la automatización y la inteligencia artificial avanzan a pasos agigantados. Como hemos visto con los ejemplos de Dove, Discover, Cara e Inqwire, las empresas y los consumidores están empezando a darse cuenta de que la autenticidad y la creatividad humana son aspectos esenciales que no deben perderse en la carrera tecnológica.

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